Pablo García González es el General Manager de GH Brasil desde diciembre de 2019. Gallego de nacimiento, lleva más de diez años viviendo en Brasil y, por ende, conoce muy bien el mercado local. Hemos hablado con él para saber más sobre su visión del mercado brasileño, cómo ha vivido y afronta la situación actual y cuáles son sus objetivos a medio y largo plazo. ¡No te pierdas la entrevista a continuación!
En diciembre de 2019 te incorporas a GH. ¿Por qué decides hacerlo?
Yo vengo de la automoción, durante 20 años he trabajado en grandes multinacionales del sector como el Grupo Antolín, una de las mayores de España y del mundo. Estaba trabajando para ellos como presidente en América del Sur cuando nació Miguel, mi primer hijo, con síndrome de down y serios problemas salud. Miguel tuvo que pasar por tres cirugías de corazón en solo tres meses y, como es lógico, todo ello hizo replantearme mi vida profesional. Decidí entre comillas colgar las botas y me puse a buscar una empresa con intereses en Brasil en la que pudiera desarrollar mi labor sin tener que estar todo el día metido en un avión. Tras realizar entrevistas para varias empresas, conocí a los Guerra en Beasain y enseguida me di cuenta de que su proyecto era exactamente lo que buscaba.
¿Cuál es tu relación con el país brasileño?
Mi primera experiencia en Brasil fue muy temprana, en 2001. Recién había terminado mis estudios tuve la oportunidad de participar en la puesta en marcha de una fábrica de asientos de coches en Curitiba. Estuve trabajando un año y el choque cultural fue tan grande que juré que no volvería. Posteriormente he trabajado en diferentes lugares como Detroit, Suiza, Europa del Este e, incluso, en mi Galicia natal, llevando la dirección industrial de Megatech Industries, una empresa también de origen vasco con sede en Amurrio. Aunque mi objetivo era asentarme en mi tierra, en uno de mis viajes a Brasil, donde teníamos una fábrica, conocí a la que hoy en día es mi mujer y acabé instalándome en la misma ciudad en la que años atrás dije que no volvería. Ahora llevo diez años aquí, mi mujer es brasileña, mis hijos son brasileños y yo también soy ya medio brasileño. Si puedo, defiendo este país como un local más, porque con sus problemas y dificultades creo que es increíble: avanzado y puntero a nivel de tecnología y que muchas veces no se valora lo suficiente, ni en el exterior, ni por los propios brasileños.
«Soy muy defensor del talento y creo que es algo que en Brasil abunda, sobre todo dentro de la propia empresa»
¿Qué puede aportar GH Cranes & Components a un mercado que conoces tan bien como el brasileño?
Ambos pueden aportarse mucho el uno al otro. GH cuenta con equipos sólidos y robustos que, unidos a la profesionalidad y compromiso de los trabajadores locales, forman un buen tándem para continuar creciendo en este mercado. Además, en Brasil hay una industria muy potente con muchísimas oportunidades de negocio que aprovechar, incluso en momentos de crisis como el que vivimos. Y no solo eso, la gente aquí es muy brillante e innovadora, lo que aporta infinidad de soluciones creativas. Soy muy defensor del talento y creo que es algo que aquí abunda, sobre todo dentro de la propia empresa, lo que me está ayudando a formar el equipo de trabajo que buscaba cuando entré.
Y, por el contrario, ¿cuáles son las mayores dificultades que tiene GH para competir en un mercado como el brasileño?
Es un mercado muy competitivo y con un gran número de empresas locales. Durante años ha habido un fuerte proteccionismo de la economía, lo que ha hecho que se desarrollen soluciones locales a las cuales no es fácil vencer en precio. Ante ello, nuestro fuerte son las capacidades técnicas, así como nuestro servicio y la fiabilidad y robustez de nuestros equipos.
Nada más incorporarte has tenido que hacer frente a la crisis del coronavirus. ¿Cómo ha afectado este contratiempo a tus primeros pasos?
Ha sido un reto increíble. Tras realizar una formación en Beasain, no llevaba ni dos meses en la fábrica de Brasil cuando empezó la pandemia. Había empezado muy fuerte, con muchos cambios y, de repente, me veo gestionando el equipo a distancia. A pesar de ello, no hemos parado de trabajar en ningún momento. Implantamos medidas muy potentes contra el Covid, al nivel de las grandes multinacionales, con resultados muy positivos. Esta crisis nos ha forzado a hacer cosas en un tiempo récord y también ha servido para unir aun más al equipo.
«Tenemos un grandísimo producto, pero no debemos dejar de buscar la excelencia y la manera de ofrecer siempre soluciones innovadoras»
Más allá del coronavirus, ¿cuál de tus primeras medidas destacarías?
En estos primeros meses nos estamos centrado en estabilizar y mejorar nuestros sistemas de gestión de calidad y procesos. Tenemos un grandísimo producto, pero no debemos dejar de buscar la excelencia y la manera de ofrecer siempre soluciones innovadoras y adaptadas al mundo y cliente de hoy, cada vez más digital. Por mi experiencia, sé que el brasileño presta mucha atención a los detalles y es en estos donde debemos seguir poniendo foco y continuar creciendo. Que nos conozcan y valoren por nuestra calidad, tanto del producto como del servicio. Contrariamente a lo que algunos podrían pensar, aquí la exigencia es muy alta.
Y más a medio-largo plazo, ¿cuál debe ser el objetivo primordial de GH Brasil?
Ser todavía más conocidos. Ser una empresa referencia en todo el país para la fabricación y mantenimiento de equipos de elevación. Para eso tenemos que seguir visitando y contactando clientes, incluso en estos tiempos de Covid. Nuestros mejores argumentos de venta son los clientes satisfechos con las soluciones vendidas por GH.
Aún así, sabemos que estáis realizando un enorme trabajo para hacer de la fábrica un lugar de visita.
Así es, queremos conseguir que la fábrica sea nuestra feria de exposiciones permanente. Estamos renovando todos nuestros propios equipos, actualizándolos con la última tecnología ofrecida por GH a nivel internacional. Así nuestros clientes podrán ver in situ las soluciones que les proponemos. Como ejemplo destacaría las soluciones de GH en conectividad, como es el Corebox.
«El trabajo en equipo es un mantra de nuestra central en Beasain, y aquí tenemos que hacer lo mismo»
Para lograr cualquier objetivo, un buen equipo es fundamental. ¿Qué nos puedes decir del equipo que has formado?
Estoy encantado con él. Tiene mucho conocimiento técnico, muchas ganas de trabajar y cada vez empieza a tener más cohesión. El trabajo en equipo es un mantra de nuestra central en Beasain, y aquí tenemos que hacer lo mismo. Cuando llegué me encontré un equipo con algunos paradigmas: que si esto el cliente no lo quiere, que si esto no podemos hacer… Cada día insisto en dejar de lado esas autolimitaciones, intentando motivar y alentar a que nada es imposible. Yo, personalmente, apuesto mucho por la promoción y crecimiento internos y dar oportunidades a gente de la casa, muy en línea con la filosofía de GH. Y es lo que estoy haciendo. Cada día intento motivar y alentar al equipo sobre sus capacidades, les digo que nada es imposible y miramos al futuro con optimismo, confianza y muchas ganas de seguir aprendiendo y trabajando juntos.