Como fabricantes comprometidos con la evolución de nuestros productos, GH está tratando de aplicar a las grúas de siderurgia las aplicaciones y tecnologías que definen lo que sería una grúa inteligente. En realidad, lo que pretendemos es poner la innovación al servicio de nuestros clientes.
¿En qué consiste?
- Autodiagnóstico.
– En la medida que se desarrollan los sensores, y el control de los accionamientos, la máquina será capaz de autodiagnosticarse.
– Las células de pesaje nos indicarán la carga que estamos manipulando, nos indicarán el número de sobrecargas.
– Junto con un contador de tiempo y de ciclos nos indicarán si están trabajando dentro de los parámetros para los que han sido diseñadas o si estos deben ser otros.
- Comunicarse con las personas.
– Nos indicarán cuando les toca una revisión o cuando deberemos reemplazar alguna de sus piezas.
– Los sensores de temperatura y de intensidad nos indicarán que algo no esta bien y debe de ser revisado.
– Incluso podrá adoptar soluciones en caso de haber previsto redundancias.
– La máquina será capaz de comunicarse con el operario, con el servicio de asistencia, vía Radio, vía Smartphone, vía GPRS.
– Podremos incluso actuar sobre ella a distancia, o en su lugar diagnosticar y poner en marcha soluciones para su funcionamiento óptimo.
- Comunicarse con otras máquinas.
- Recibir la repuesta del operario del servicio de asistencia.
¿Será posible todo esto?
Parece evidente que una máquina por ella misma carece de inteligencia. Pero también no es menos cierto que con la ayuda de sensores programados por el hombre, será capaz de autodiagnosticarse e incluso de impedir maniobras que sean peligrosas para las personas y para ellas mismas, así por ejemplo:
- El limitador de carga protegerá contra las sobrecargas.
- La célula de pesaje nos indicará las veces que se ha sobrecargado la máquina.
Nos indicará el peso que levantamos. Nos indicará el espectro de carga con el que le hacemos trabajar y junto a un contador horario nos dirá si le estamos haciendo trabajar dentro de los parámetros para los que la hemos diseñado.
- Con las células antichoque se protegerá contra los choques con otras máquinas, protegiéndonos también del peligro que nos pueden originar.
- Los finales de carrera protegerán contra choques con partes de la nave, de la estructura de la máquina o de sí misma.
- Los sensores de inclinación y sensores antibalanceo, no permitirán que realicemos maniobras que puedan ser peligrosas para las personas y el entorno.
- Los sensores anticruzamiento, evitarán desgastes de ruedas y carriles, choques y hasta posibles salidas del carril guía.
- Los sensores de temperatura y sobreintensidad, protegerán la máquina contra calentamientos que acorten su vida o incluso puedan llegar a quemarlos.
- Los sensores de vibraciones nos prevendrán sobre algún funcionamiento incorrecto debido a algún material o componente mecánico deteriorado.
- Los sensores de fallo de algunos accionamientos pueden poner en marcha la actuación de otros accionamientos redundantes, frenos, motores, variadores.
- Los sensores de posición pueden indicarnos el lugar exacto en que se encuentra cada mecanismo.
La grúa en función de los sensores que le pongamos, será capaz de autodiagnosticar más o menos sus problemas y su situación.
Hasta aquí, está todo en el mercado y puede ser accesible para todos, pero nosotros en GH procuramos estandarizarlo e integrarlos lo máximo posible en nuestras máquinas. Estamos permanente abiertos hacia la innovación.
Ahora bien la máquina es capaz de conocer sus problemas de autodiagnosticarse – incluso de indicarnos posibles soluciones – incluso de poner en marcha redundancias para evitar peligros o seguir funcionando, pero como decía alguno su reparación hoy por hoy al final de una u otra manera la programará y realizará el hombre.
Esta es pues la siguiente cuestión, como se comunica con nosotros, con el operario, con su servicio de asistencia técnica, o incluso con otras grúas y como nos comunicamos el hombre con ella.
Si nuestra visión del futuro se acerca a lo que estamos tratando de desarrollar, uno de los sectores más beneficiados será el siderúrgico en donde la garantía de la no interrupción de sus procesos productivos es y será un elemento esencial de rentabilidad y competitividad.
TECNOLOGIAS DE LA COMUNICACION
Podemos tener la información descentralizada o incluso centralizada dentro de la misma grúa, vía modbus, wifi o radio, y desde el centro de control de la grúa poder disponer de la información a través de algún puerto USB, ordenador, vía radio a la pantalla del radio mando del operador o vía wifi a un Smartphone o vía telefónica a un Smartphone o a la central de servicio de asistencia homologado.
Todas estas opciones están ya en el mercado y tenemos certeza de que se están desarrollando y se desarrollarán nuevas tecnologías de comunicación, que nos acercarán aún más, y de forma más económica a los problemas de la máquina.
Esta tecnología de la comunicación nos permite, y lo hará aún más y mejor, comunicarnos a nosotros y a nuestros centros de servicio con la máquina – Permitiendo una comunicación bidireccional – permitiéndonos realizar órdenes de reparación a distancia a través de nuestros operarios e incluso a veces actuando directamente sobre la máquina.