Debido a las grandes dimensiones de los carros y las vigas de esta grúa puente, diseñada especialmente para el sector siderúrgico, su transporte requirió de una logística específica para poderlos transportar hasta el puerto, donde se cargaron en el barco que lo llevaría hasta su destino.
Dos camiones de 12 ejes fueron los encargados de conducir los carros hasta el puerto, en una jornada nocturna, para interferir lo menos posible en tráfico de carretera.